corren a mares, las malditas lágrimas; sin solución de continuidad, sin estrategia, sin objeto mas que desprenderse, así porque es lo que pasa, como una ley física ineludible, como un hecho fortuito que bien podría ser cualquiera, porque cualquier cosa, lo que sea, así corren las desquiciadas, avejentadas ya: corren y corren y cuando paran, de repente algo pasa y otra vez se me anegan los ojos y vuelve a lloverme dentro.Hoy soy la puta lluvia, la que jode, la que aparece y no sabemos cuando termina, hoy soy el viento del sudeste y el arranque de nervios y después un cielo plomo, definitivamente ese capote que te ennegrece el humor las ganas , todo. No una lluvia de verano, esa tan esperada: no esas ganas de llorar y luego puf, menos mal, asi anda a los saltitos una, no señor: esa lluvia es la de los dieciséis.La lluvia de los niños, esas tres gotitas en un cielo insolente de verano, brillante, donde justo paso una nube y bueno, cayeron ahí nomas, con mas o menos fuerza; son esos llantitos de niños, facilmente reparables...
No señor: la lluvia de las de mi edad, es una perra, maldita sudestada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario