El Gato estaba en un misero cuartucho rodeado de trastos.Me miro, como reprochandome,hasta que se dejo acariciar y meter en su caja,y pude llevarmelo a casa otra vez.Ando como madre culposa buscandolo por los patios para ofrecerle queso y sardinas.Ayer se digno a dormir conmigo.Que manipuladores pueden volverse los afectos.
4 comentarios:
comento lo de allá abajo:
"El chongo en su habitat natural se vuelve hermoso, autentico, deseable y tan amigo" es una gran frase, concepto filosófico genial. El contexto hace la obra.... Juás.
Genia.
Què hermoso gato! es normal ceder a sus encantos!
EL GATO ESTA OFENDIDO. Y TIENE RAZÓN.
MUNITO.
Siempre terminamos haciendo lo que los gatos quieren jeje
Besos!
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