imagine que por fin mostrabas la hilacha, Dios, por fin me decias cuánto te molestaba. y entonces yo concluia que tu fallido era sencillamente inaceptable, y puse fin a la relacion, pero de manera demasiado digamos, contemporanea.Y hasta llegue a creer que podia hacerlo, que podia ponerme seria y salir de tanta negacion y tanto escape, y te enfrentaba y te decia asi no va mas, estoy perdiendo mi dignidad, no puedo depender tanto de un perverso.
No puedo depender tanto de un perverso
No puedo tener tanto miedo si se cuanto soy capaz de brillar.
No puedo creer que llegue hasta aca.
No puedo creer que ya no tengo treinta.
Pero esta sucediendo, y mi desidia y negacion son las protagonistas.
1 comentario:
ay. Eso lo entiendo demais.
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