al piso
te escucho leo tu pena hago esfuerzos
grande considerables ramitas de anis estrellado
mamaderas en la olla hirviendo y se esterilizan la lata
de s26 y el cuchillo
y mis muñecas y tanto dolor que no era posible contenerlo si no salia sangre
pequeño
bello
fragil
tan aterrizado en este mundo perro
tan promesa y caida a la realidad
quien te acunaba quien
te decia ternuras al oido
yo era un muñeco para armar y todo lo que habia sido mi mundo estaba hecho mierda contra el piso
los coritos lejanos las promesas las ilusiones al pedo la mentira
la botella de lavandina tras mis pasos
la oscuridad y el invierno que se me venia encima
todo eso es hoy tan presente cuando te erguis y reclamas ese paraiso perdido
somos dos chiquito
cai del cielo a un departamento lleno de extraños mas duros que un ladrillo
pero aun asi pudimos acariciar peluches entre la mierda
a pesar del monstruo te tuve riendo a mis cosquillas
tuve tu carita de porcelana tu bocha perfecta tus gorjeos
te ame y te amo aun viniendo de la guerra
dos niños vos y yo perdiendo la inocencia
1 comentario:
Es hermoso nena, de lo más sentido que he leído en tu blog. Realmente del alma y con toda la razón. No hay inocencia perdida...Aún está ahi, sólo una distancia plantada con el asombro. Te quiero montonazo.
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