martes, 8 de enero de 2013
Buen Viaje (II)
En la fantástica saga "Viajando en autos de alquiler por Buenos Aires" resulta cada vez mas improbable trasladarse en un auto a cargo de otro sin mayores inconvenientes .Esta vez me tocó el modelo Pequeño Facho Ilustrado/lumpen" es decir, el perfecto parlante del conocido Discurso del Amo. Primero me espetó en tono sexista y enojoso que "las mujeres siempre llegan tarde, no respetan nada ni nadie" . Decidí obviar el funesto comment y asumir mi inferioridad sin cuestionamientos. Luego continuó: "Una vez a mi compañera, que esperaba en Boedo y venia de Lavallol, por cinco minutos la dejé plantada" .Ah. Viene fuertecita la vaina, me dije. Internamente y por el tono de su voz tuve un secreto temor a que desenfunde un fierro y apunte a mi cabeza sin miramientos.Por supuesto continuó alabando la cultura inglesa, que el hospital había que pagarlo, como en "todo el mundo" ya que la salud es plata, dijo, "la vida es plata" "todo es plata".Obviamente el desayuno estaba pugnando por salir de mi garganta y decorarle el asiento trasero.Por supuesto le espeté que su discurso, ademas de carente de fundamento, era absolutamente incoherente, que reflexionara acerca de considerar a la vida humana por debajo del capitalismo, y ademas le sugerí amablemente que bien podría, ya que estaba tan incomodo, vender su auto y su licencia y embarcar en el primer avión, que deseo secretamente lo deje en el aeropuerto de Ghana.
Ay amigos.Se terminaron las épocas de Rolando Rivas. Ya no hay al volante comprensivos confesores, equilibrados maestros, buenas personas, al decir de Jose Pablo. Sólo psicópatas endemoniados, desparramando litros de hiel amarga, a los que no nos queda otra que abordar y cruzar los dedos suplicando al Poder Superior que nos lleve a destino sin daños colaterales.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario