lunes, 21 de enero de 2013
Love Dad
Enfurecida por el tono de sus declaraciones de nuevo usuario de Facebook, me descargo con toda mi furia sobre mi padre, con el cual tenemos algo en común, sino muchas cosas; entre ellas, el hecho de ser excesivamente diplomáticos en el manejo de nuestras expresiones, para decirlo en criollo, una gran dificultad de expresión de sinceridad. Sólo hay una instancia donde este problema se dirime y es por escrito. Allí uno vomita una cadena interminable de pareceres, la mayoría apasionadas defensas y desmesurados ataques. Lógicamente, el que lee estas cosas se pregunta con quien ha estado tratando todos estos años.
Mi padre se ha revelado como un personaje intolerante, pacato, autoritario incluso; ha mostrado una elevada testarudez y una férrea voluntad de que las cosas cambien porque él así lo desea. Los años han germinado algunos frutos amargos; el hecho de no expresarse verbalmente frente a otros lo hace una persona portadora de un importante resentimiento. Asimismo, colecciona sentencias a su prójimo las cuales no tiene minimanente la amabilidad de comunicar al acusado.Todo esto ha desencadenado en una serie de discusiones bizarras: la red social se ha vuelto tan efectiva al destruir la comunicación que ahora las grandes peleas e interacciones de la vida se dan por ese medio.Por facebook se ama, se discute, se divorcian, se comunica al montón de anónimos seguidores cual es nuestro estado civil y hasta bancario.Por facebook se defiende a las focas del polo o a una niña árabe asesinada, se limpia la basura del planeta, se queja uno de la violencia hacia los toros y hasta se hace militancia, todo con el culo en la silla o en el trayecto a casa. Un hermoso cambio global al estilo matrix donde simplemente millones de sonámbulos sueñan que están modificando al mundo.
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