lunes, 4 de junio de 2012
la habitacion de un enfermo
Usa botella de agua mineral en la mesa
blisters vacios
caja con comprimidos
recetas dobladas
una silla
una servilleta
olor a remedio
pañuelos y otros articulos como cintas y gasas
pilon de ropa sucia
a la noche el fastidio,el fastidio sin fin
AFTER (II)
No Se, de repente un dia apareció por casa cargada de bolsas. Venía en taxi, seguro,( a ella le encantaban los taxis por sobre todas las cosas) Yo estaba encerrada en mi taller, plagado de olor a humedad y a cigarrillo, repantingada en la silla y con la merienda como ultima comida. Abrió la puerta como una tromba y sentí que la conocía de hace un tiempo, quién sabe, de recuerdos de alguna época donde tuve Anabeles o Marias o Lauras que íbamos para todos lados y sabíamos, bah, lo único que sabíamos era que estábamos rematadamente locas.
Quiero que se entienda bien, soy de Géminis y tal vez por cualquier motivo, o ninguno, hay una parte de mi que se desdobla, al decir, una parte de mi no confía ni entrega nada. Otra quizás finja que lo hace y si no , cree y sabe que va a perder sin remedio y le importa un carajo. El asunto es que la fulana en cuestión trajo consigo un montón de ropas que para mi eran estupendas, simplemente porque no tenía que ponerme y necesitaba lucir un poco los veinte kilos menos. Desplegó todas las cosas sin dejar de hablar, ante mi mirada atónita e incrédula, y me hablo de si misma, de lo que le pasaba, lo que necesitaba, tanto que apenas podía decir, si , no ejem y otras interjecciones, mientras ella seguía dando indicaciones de uso para las prendas y las demás cosas, incluyendo veinte pesos que significaban para mí la posibilidad de ir a trabajar al día siguiente, con lo cual algo me hizo crac adentro y bueno, la mire y paso a ser una mas de las que salen del montón y me sorprenden, así nomas.
Debo reconocer que se me hacia difícil bancarle la verborragia, casi imposible. Nos llamábamos casi todos los días y se bancaba mi ritmo de vida, despojado y ausente, aislada del mundo, era como un acuerdo tácito y tengo que reconocer que jamás vino con las manos vacias, menos carente de conversación. Supe de sus affaires y sus embrollos, porque algo en ella hacía que soltara una lengua viperina y se metiera en toda clase de quilombos, como si no pudiera evitarlo, y cuyo trasfondo no era más que la cara de la misma moneda; yo una bipolar encerrada en el armario inconfesa y aislada, ella una fábrica de trasportes lleva y trae, y así supe que corría un riesgo muy grande, aterrador para mi fragilidad emocional, pero ya no iba a volver atrás, ya puse las monedas en la mesa y simplemente me deje llevar.
Pienso si pude ayudarla, si pude hablar o solo me encerré en mi misma y en mi ego bestial disfrazado. Sé que la comprendía y que la comprendo. Sé que su vida había sido un escenario de guerra, donde la muerte pasaba demasiado tiempo cerca. Si de alguna manera podía visualizar su caos y su desierto, que intentaba vanamente llenar con palabras, ninguna de ellas referidas a su propio desierto.
Estuvo a mi lado como un soldado, en esa circunstancia que fue la segunda más difícil de mi puta vida. Me hacía sentir bien, no le temia a nada. Me ayudo en todo lo que pudo, siempre. Estuvo al lado, pero no mirando sino estando, sino haciendo, capaz de ponerse en patas en invierno para baldear mi patio lleno de porquerías, o estar horas mientras tratábamos de animar a Daniel, de hacerle sentir algo bueno dentro de su martirio, y hacíamos planes para el futuro, y también por que no, pasamos demasiado tiempo hablando de lo que no debíamos, como si el sueño de Thelma y Louise no fuera más que un simple sacar boletos y ya, todo al carajo. Podría haberla escuchado horas hablar de las aventuras de Sinatra en Nueva York, como de su legendaria categoría de first lady en tiempos de su amado, cuando eran solo tres o cuatro en la confraternidad.
El día que supe que podía unir dos almas muertas de miedo y soledad, fue el fin de este transito leve de una amiga por mi vida. Luché y quise trabajar de exorcista, ventilando a los cuatro vientos cosas que en verdad no eran tan importantes. Me volví loca del dolor y la impotencia, pero ya no había nada que hacer, y los proyectos se volvieron vasos de agua sucia en una fiesta que termina, pocillos de café, vasos descartables que se apilan en la cocina de un velorio. A veces la recuerdo. Sé que está bien, que hizo su apuesta, y que es lo que debe ser. Yo miro atrás y la veo llegar, repleta de bolsas y con el pelo mal brushineado, los ojos zafiro intensos, el uniforme de guerra puesto, algún gesto perdido y el ritual de alejar la muerte.
jueves, 24 de mayo de 2012
after
Recuerdo haber llegado a las once de la noche con mi amiga y comer desesperadamente un pollo casi crudo con las manos, con desesperacion, en medio de una cocina que apestaba a papeles y olor a orin de gato.corrimos las cosas cmo en nestras mejores epocas y comimos, y fumamos, y hablamos infinitamente, mas de todo lo que habiamos hablado ese da, sin fuerzas, con la fisura del que esta pasado de vueltas.Los gatos recibieron su racion, como de costumbre, el gatito diabetico me hizo su clasica expresion de cariño, lo inyecte, lo puse en a silla y comimos los tres sin dejar de hablar y tomar agua.
Mi cama era un basural revuelto y frio, las puertas abiertas al patio, ropa tirada, un escenario triste y decadente.Debi haberme levantado temprano ese dia, mas temprano aun, porque pudo haber sucedido lo peor, y llegar y ver eso hubese sido aun mas lamentable.Nos acomodamos como pudimos, en medio del siniestro, sabiendo que vos descansabas de a ratos, sumido en el dolor y en el sopor, y que tal vez me reconocerias al dia siguiente.
Ls dias se sucedieron en este mismo gris de hoy.Solo en dos turnos, mi vida partida al medio entre dos turnos, en los cuales entraba y tomaba tu mano.Mas de una vez te mire dormir y no hice nada, solo acariciar tu mano y verte, sin mas que un espacio en blanco en mi cabeza, una sucesion de blancos y grises, planos continuos sin fin.
martes, 3 de abril de 2012
metafora y metonimia
Sí sangran algunas flores
por la mañana/ de forma tal
que la gota de sangre como un precioso rubi entre la escarcha
la fuerza de su belleza
la fragilidad extrema de sus sopores
estaba pensando en una rosa roja
puro incendio, pero un rojo mas azul
(los pintores entienden)
Pinte su cuadro ayer, lo atravese de numeros frases y rayas
su mirada de hielo era tan contradictoria
su capacidad de amar y destruir
y yo, querendo estar muy lejos y pesar por que
todo pasa por mi o no
todo me condujo a este lugar cuando luego
de años de pelar patatas en un circo
Que cosa no puede reemplazar al amor sino
los equivocos y malos entendidos
que bello seria suspender en el vacio este agobio
y alguien q ue me garantice un lugar diferente.
por la mañana/ de forma tal
que la gota de sangre como un precioso rubi entre la escarcha
la fuerza de su belleza
la fragilidad extrema de sus sopores
estaba pensando en una rosa roja
puro incendio, pero un rojo mas azul
(los pintores entienden)
Pinte su cuadro ayer, lo atravese de numeros frases y rayas
su mirada de hielo era tan contradictoria
su capacidad de amar y destruir
y yo, querendo estar muy lejos y pesar por que
todo pasa por mi o no
todo me condujo a este lugar cuando luego
de años de pelar patatas en un circo
Que cosa no puede reemplazar al amor sino
los equivocos y malos entendidos
que bello seria suspender en el vacio este agobio
y alguien q ue me garantice un lugar diferente.
miércoles, 29 de febrero de 2012
La pregunta
del pos posmodernismo no es el ser, sino el estar, y el para que carajo estar.en ese espiral discurrimos mandando mensajes en botellas al ciberespacio.
miércoles, 22 de febrero de 2012
more fiction (I)
en escena, triste y decandente
yo un muchacho emocionado y estupido
ella perfecta, diosa de ebano, se da vuelta , gira
muere, revive, caen sus ropas,revela una escultura
viva , sangrante.
se me acerca, siento el temblor de mis qquince años
se agacha, me recorre, me mira
es una sirena herida
su pelo es la seda misma y se que jamas podre tenerla.
yo un muchacho emocionado y estupido
ella perfecta, diosa de ebano, se da vuelta , gira
muere, revive, caen sus ropas,revela una escultura
viva , sangrante.
se me acerca, siento el temblor de mis qquince años
se agacha, me recorre, me mira
es una sirena herida
su pelo es la seda misma y se que jamas podre tenerla.
lunes, 6 de febrero de 2012
`baul blanco
La mujer guardaba cosas y mas cosas; las atesoraba como al descuido, quiero decir: no es que fuera sigilosa y metódica en cuanto a esto, y , por ejemplo, catalogara los objetos como hacían otros.Tampoco encuadraba dentro de lo que seria un Diogenes.La mujer era artista, por lo cual, según quien suponga què sobre los plásticos contemporaneos, solìa recoger cosas y ademas, poseía un sistema de rutas mentales en las cuales había postas que marcaban hitos, sobre algunos de los cuales erigía sus obras.
(no vamos a entrar, vanamente en la categorizacion de valor de las mismas, por favor)Es un trabajo erngorroso, y ademas, no es pertinente al relato que presento.
El caso que expongo es, sencillamente, el de una mujer que atesoraba cosas.Tal vez pocas, pero esa pocas eran parte de su historia.Se sentía el guardián de la historia familiar: secuestro fotos, objetos y se quedo con algunos muebles.Le interesaba el recorrido en especial de dos muebles en su historia.Uno, el armario americano enchapado, muy americano èl, con sus patitas hacia afuera y sus puertas tan estilo guerra fria.El sueño de cualquier ama de casa con pollera plato y pañuelo en la cabeza.Como en las publicidades.El armario, con dos cajopnes y llaves, hoy era su guardavajilla, entiéndase por vajilla a otra serie de objetos dispares y mal organizados, cubiertos de tierra y sobrantes de productos secos.En ese armarito pequeño y simpático, alguna vez su padre tuvo sus papeles membretados de la empresa, pagares, recibos y la vieja remignton con la tecleaba despues de cenar los presupuestos en la cocina.Alguna vez, entusiasmado y furibundo, escribió numerosas cartas a los diarios de circulacion masiva locales y nacionales.(esa costumbre, la mujer la heredo y recibió varios frutos de ello).
A la señora en cuestión, definitivamente, le interesaban por demas los recorridos de los objetos, como depositarios de la inexistente memoria en los anales de una familia ferozmente negadora y contradictoria.
Luego, prosiguiendo el relato, el armarito americano fue a parar a la habitación de sus hijos cuando ella debio emigrar a Buenos Aires. Dentro de las puertas, aun están los encantadores dibujos de sus niños, las salilor moons y los caballeros del zodiaco, mas alguna referencia descalifitaria de hermano a hermano, cosa que , podríamos encuadrar dentro de una sana normalidad. Convengamos entonces que para ella, ciertos objetos habian pasado a ser sujetos pasibles de revestir caracter sagrado.Su memoria era un extenso mar de cardos y girasoles, ondeando entre las olas y peces bravos y pacificos.
El otro objeto, al que harmeos menos detallada referencia, es un tosco baul de madera con herrajes.Poco elegante -nada elegante- solo un rustico cajón que hizo las veces de desayunador de campaña.La mujer ama a ese baul construido por su padre y lo arregla y, aun que ya no sirva para ningun fin, pues solo contenía diarios y propaganda política cuando llego a sus manos, adora como simbolo del padre que desearía tener o el remedo del que tiene. Recuerda las mañana del norte y la ternura de se padre preparando el desayuno con un calentador minusculo mientras batia el cafe en las tazas de plastico coloradas,recuerda las galletitas o las facturas, el "aRRIba la barra", los ojos pegados, lavarse la cara en la canilla del camping.Recuerda el 24 de marzo que no hubo desayuno porque ël quiso llevar a desayunar a la familia a la confiteria del ACA y como ella quiso chocolatada en vez de cafe, la corrio a patadas en el culo y quedo encerrada en la f100 celeste, llorando y sin desayunar.Ese, justamente fue el hito que marco en su vida que el 24 de marzo no era precisamente uun dia de liberacion en la vida de nadie.
Como sea, la mujer que junta cosas ha llegado a la conclusion que es tiempo de deshacerse de la Historia.Tiempo de dejarla en paz.De hablar de presente.Gira la espiral dialectica y , trabada en un solo punto , regresa una y otra vez, provocando el sindrome de la Enfermedad Unica.La mujer ya no quiere ser mas parte de la Matriz.
Toma el arma, calcula, y dispara contra su corazon roto.
(no vamos a entrar, vanamente en la categorizacion de valor de las mismas, por favor)Es un trabajo erngorroso, y ademas, no es pertinente al relato que presento.
El caso que expongo es, sencillamente, el de una mujer que atesoraba cosas.Tal vez pocas, pero esa pocas eran parte de su historia.Se sentía el guardián de la historia familiar: secuestro fotos, objetos y se quedo con algunos muebles.Le interesaba el recorrido en especial de dos muebles en su historia.Uno, el armario americano enchapado, muy americano èl, con sus patitas hacia afuera y sus puertas tan estilo guerra fria.El sueño de cualquier ama de casa con pollera plato y pañuelo en la cabeza.Como en las publicidades.El armario, con dos cajopnes y llaves, hoy era su guardavajilla, entiéndase por vajilla a otra serie de objetos dispares y mal organizados, cubiertos de tierra y sobrantes de productos secos.En ese armarito pequeño y simpático, alguna vez su padre tuvo sus papeles membretados de la empresa, pagares, recibos y la vieja remignton con la tecleaba despues de cenar los presupuestos en la cocina.Alguna vez, entusiasmado y furibundo, escribió numerosas cartas a los diarios de circulacion masiva locales y nacionales.(esa costumbre, la mujer la heredo y recibió varios frutos de ello).
A la señora en cuestión, definitivamente, le interesaban por demas los recorridos de los objetos, como depositarios de la inexistente memoria en los anales de una familia ferozmente negadora y contradictoria.
Luego, prosiguiendo el relato, el armarito americano fue a parar a la habitación de sus hijos cuando ella debio emigrar a Buenos Aires. Dentro de las puertas, aun están los encantadores dibujos de sus niños, las salilor moons y los caballeros del zodiaco, mas alguna referencia descalifitaria de hermano a hermano, cosa que , podríamos encuadrar dentro de una sana normalidad. Convengamos entonces que para ella, ciertos objetos habian pasado a ser sujetos pasibles de revestir caracter sagrado.Su memoria era un extenso mar de cardos y girasoles, ondeando entre las olas y peces bravos y pacificos.
El otro objeto, al que harmeos menos detallada referencia, es un tosco baul de madera con herrajes.Poco elegante -nada elegante- solo un rustico cajón que hizo las veces de desayunador de campaña.La mujer ama a ese baul construido por su padre y lo arregla y, aun que ya no sirva para ningun fin, pues solo contenía diarios y propaganda política cuando llego a sus manos, adora como simbolo del padre que desearía tener o el remedo del que tiene. Recuerda las mañana del norte y la ternura de se padre preparando el desayuno con un calentador minusculo mientras batia el cafe en las tazas de plastico coloradas,recuerda las galletitas o las facturas, el "aRRIba la barra", los ojos pegados, lavarse la cara en la canilla del camping.Recuerda el 24 de marzo que no hubo desayuno porque ël quiso llevar a desayunar a la familia a la confiteria del ACA y como ella quiso chocolatada en vez de cafe, la corrio a patadas en el culo y quedo encerrada en la f100 celeste, llorando y sin desayunar.Ese, justamente fue el hito que marco en su vida que el 24 de marzo no era precisamente uun dia de liberacion en la vida de nadie.
Como sea, la mujer que junta cosas ha llegado a la conclusion que es tiempo de deshacerse de la Historia.Tiempo de dejarla en paz.De hablar de presente.Gira la espiral dialectica y , trabada en un solo punto , regresa una y otra vez, provocando el sindrome de la Enfermedad Unica.La mujer ya no quiere ser mas parte de la Matriz.
Toma el arma, calcula, y dispara contra su corazon roto.
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