lunes, 29 de diciembre de 2008

El traje de mis catorce años se ve deslucido, arratonado y feo.Nada mas hacer una de las tantas cuentas; medir por el tiempo limpio todas las cosas para nada mas recibir un balde de agua fria.Hubiera querido hacer un post tipo " Buen año amiguitos".La sensacion de vivir en una fantasia constante, de relativizar ad infinitum todas las cosas.Lo cierto es que nunca quise ocuparme de algunas de ellas, porque ya tuve bastante de charlas agotadoras, de charlas de merca, de charlas de anfetas, de tesis febriles de aseptobron.Escribir horas nada mas que para llegar a ninguna parte.Hablar durante dias con otros en el mismo estado que yo.Abrir la puerta de mi casa a las tres de la mañana.Escuchar los pasos de la nena a oscuras en medio de la casa, buscandome.Mirar por la persiana esperando que me vengan a buscar o intentar encontrar el descanso huyendo de satanas con la radio cristiana encendida, o ese algo que parecia un semisueño donde caia un telon pesado, negro, un telon de fin aca termina la pelicula.robar gajos de plantas y hundir las manos en la tierra esperando la redencion que nunca llegaria, como tampoco llega ahora, ni va a llegar.
A veces cuando estoy con otros que aun asi estan riendo, simplemente trascurren , se lo que podria pasarles, se lo que no podria pasarles.Algunos moriran.Otros simplemente viviran una existencia simple o tal vez mediocre.Parecen buena gente, pero tal vez los años los envilezcan.Tal vez se encuentren sin nada.Tal vez no pase nada de mis pronosticos apocalipticos y yo simplemente me quede ahi, viendo como viven y yo sosteniendo esta bandera, mirandolos.
Pocas cosas pueden hacerme replantear mi vestido de catorce años.Cuando aparece la impotencia, cuando me pasan la factura, una factura incobrable , porque no puedo hacer que el tiempo vuelva atras y no puedo ser como no soy.Miro tu cara , tu discurso infinito.Miro las lagrimas de él, su impotencia, el reproche, el reclamo.Y veo las vias del tren, veo la ruta y veo cuan lejos podria ir, simplemente irme, sin mirar atras, sin pensar en las veredas , sino en una inmensa calle por donde caminar equivovandose.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esa calle inmensa es un respiro y yo te veo llevando valijas de papel mache, caminando serena bajo el sol que te acaricia el pelo. Sonreís y atras tuyo una comparsa de gatos que te siguen bailando sobre el asfalto que quema como el verano.

Hay que irse de vacaciones merecidas amiga Katza!

Te quiero. Besos!