viernes, 18 de septiembre de 2009

No hay Glamour en la Muerte

Pudimos haber sido felices, y aca esta este vacio, esta impotencia.
Nos sentamos decenas de veces en los bares, yo con la decision tomada, vos tratando de revertirla, y como en uno de esos sueños pesados, me gano , y me quede.Llegue hasta el poema-profecia que anunciaba este coma, esta muerte.
Pero resulta que hoy la muerte me persigue los talones.Un dia es un bultito, otro la fatiga, otro el cuerpo de Cristina con ese triste ramito en la mano y entonces, no se, imagino que la nada puede dejar de ser la nada o al menos una nada confortable, donde echo raices sin ruidos, ni colera, ni tempestades azarosas, ni esta forma cursi de decir/escribir que ya no se que mas hacer, que me gustaria morir de una vez, y llorarme y que me lloren, para amanecer en un lugar distinto, lejano, como si tuviera siete años.

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